Profunda consternación ha causado la triste noticia del asesinato del líder indígena asháninka, Santiago Contoricón Antúnez, en su hogar en Puerto Ocopa. Este domingo, hombres armados le dispararon y acabaron con la vida de un gran defensor de su pueblo y luchador incansable contra el narcotráfico en la región selvática de Junín, en Perú.
La comunidad asháninka, así como sus seres queridos y amigos, están de luto por la pérdida de un gran líder y amigo, cuya huella quedará indeleble en la memoria de todos. Contoricón fue alcalde de Río Tambo, consejero regional de Junín, y parte del Comité de Autodefensa de su comunidad. Su lucha por mejorar la seguridad en su área, donde diversos pueblos del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) tienen que convivir con la presencia de narcoterroristas, el remanente de Sendero Luminoso, fue admirable.
El estado peruano no puede seguir desprotegiendo a figuras que defienden su territorio de actividades ilícitas. Este es el momento para que se asuma la responsabilidad de proteger y garantizar la seguridad de aquellos que luchan por un mundo mejor para todos. La Policía Nacional de Perú (PNP) y los ministerios de Cultura, Justicia y del Interior deben hacer todo lo posible para investigar y llevar ante la justicia a los responsables de este asesinato.
Expresamos nuestras más sinceras condolencias a la familia y amigos de Santiago Contoricón Antunez, y a toda la comunidad asháninka. Su lucha no será olvidada y continuará inspirando a otros a seguir defendiendo sus derechos y los de los pueblos indígenas».