Los militares están procesados por torturas al simular un fusilamiento contra dos jóvenes en las manifestaciones del sur del país.
Ocho militares del Ejército de Chile han sido puestos en prisión preventiva por orden de la Corte de Apelaciones de Temuco por el delito de tortura en relación a la simulación de un fusilamiento de dos jóvenes durante las protestas del estallido social en octubre de 2019.
Según los antecedentes del caso, los uniformados golpearon y amarraron a las víctimas a un jeep para luego llevarlas a un muro ubicado en el Cementerio General de Temuco. Allí, los uniformados obligaron a las víctimas a mirar hacia el muro y se formaron en posición de fusilamiento, haciendo el movimiento de cargar sus armas.
Finalmente, los militares dejaron en libertad a las víctimas, obligándolas a huir corriendo y amenazándolas con disparar si se volvían a mirar.
La Fiscalía de La Araucanía informó que la Corte estimó que los hechos que se les atribuyen son constitutivos del delito de tortura, porque tuvieron la finalidad de castigar a las víctimas por su participación en manifestaciones sociales.
El tribunal de alzada acogió los planteamientos del Ministerio Público, revocando las cautelares de arraigo nacional, firma mensual y prohibición de acercarse a las víctimas que se habían decretado para los uniformados, ordenando la máxima cautelar en su contra.